Verduras y hortalizas, el caballo de batalla

Por qué cuesta tanto que gusten a los niños, y trucos para conseguirlo. No resulta fácil hacer que los niños coman de todo, y las verduras son lo que más cuesta introducir en la dieta. Al parecer, hay una razón biológica detrás del rechazo inicial a las verduras por parte de los niños: su sabor amargo, debido sobre todo a la presencia de calcio, hace que desde la prehistoria las verduras se identifiquen con sustancias peligrosas. En cambio, el dulce se relacionaba con los azúcares, es decir, la adquisición inmediata de energía.